miércoles, 10 de agosto de 2011

“El desarrollo en el aprendizaje y la enseñanza en la universidad”


“…Solo hay que pedir a cada uno, lo que cada uno puede dar…”
ANTOINE DE SAINT - EXUPÉRY

Unidad 3
Capítulo 4
“El desarrollo en el aprendizaje y la enseñanza en la universidad”

          ¿Será tan así como lo planteaba el rey o existe alguna manera de que cada cual alcance un mayor desarrollo con la ayuda de otros?

          A partir de las tres grandes posiciones  teóricas en relación a la “interacción entre aprendizaje y desarrollo” puedo sintetizar lo siguiente:
1)    La primera de ellas hace hincapié en que el “desarrollo” y el “aprendizaje” son totalmente independientes uno del otro, ya que el aprendizaje es considerado como un proceso externo que no está relacionado con el desarrollo. El desarrollo es un requisito previo para el aprendizaje y si las funciones mentales de un niño no han madurado suficientemente para aprender un tema determinado, toda instrucción resultará infructuosa.
El desarrollo siempre antecede al aprendizaje.


2)    La segunda, entiende que “el aprendizaje es el desarrollo”, ambos están inseparablemente unidos y no puede darse uno sin el otro. Como sostiene James la Educación es la organización de los hábitos adquiridos y tendencias de comportamiento. El Desarrollo se reduce básicamente a la acumulación de todas las respuestas posibles.

3)    La tercera, trata de combinar ambos extremos planteados en las teorías anteriores, combinándolas entre sí. Se denomina Teoría de Kofka, en ella se relacionan la Maduración  que depende directamente del sistema nervioso y el Aprendizaje que también es evolutivo. No es que el aprendizaje  sea independiente al desarrollo, como sostiene la primeras teoría, ni que vayan unidos íntimamente, como mantiene la segunda teoría, sino que en esta tercera teoría el aprendizaje y la maduración están relacionadas entre sí y ambas son evolutivas, la maduración desde el sistema nervioso y el aprendizaje desde la asimilación del conocimiento.
Asimismo dentro de esta teoría encontramos a Thorndike el que sostiene que “la mente es una red compleja de aptitudes como la observación, la atención, la memoria, el razonamiento etc. que en su conjuntos forman las capacidades específicas e independiente y de desarrollo autónomo. El aprendizaje es la adquisición de aptitudes para pensar en cosas distinta.

4)    Una cuarta posición sostenida por Muller, Mariana sintéticamente refiere a que los procesos evolutivos no coinciden con los procesos de aprendizaje. Por el contrario, el proceso evolutivo, va a remolque del proceso de aprendizaje. Esta secuencia es lo que se convierte en zona de desarrollo próximo, entendida esta como “la distancia entre el nivel real de desarrollo, determinado por la capacidad de resolver independientemente un problema, y el nivel de desarrollo potencial, determinado a través de la resolución de un problema bajo la guía de un adulto o en colaboración con otro compañero más capaz”

A partir de este sintético análisis de las teorías expuestas y reflexionando sobre el significado que debiera tener en nosotros los Docentes la constitución de nuestras Cátedras en “zonas de desarrollo próximo” puedo decir que coincido con lo sostenido por Mariana Muller, sabemos que nuestros alumnos tienen capacidades que ya traen adquiridas desde años anteriores, las que van constituyendo las bases para los años subsiguientes.

 Es en este punto en el cual debemos, más allá de constituirnos en “puentes”, “guías”, “caminos”, o bien “mapas” como ayuda para nuestros educandos, donde tenemos la obligación moral de ser el pilar fundamental para que puedan alcanzar su máximo potencial.

En la Cátedra donde me desempeño como Ayudante de Primera, el Docente Titular, al comenzar el dictado de la materia, realiza un diagnóstico de los conocimientos y/o saberes de los alumnos cursantes en ese año, lo que sirve para determinar el nivel real de desarrollo y poder de esa manera conseguir convertir nuestro espacio en una zona de desarrollo potencial.

Creo, humildemente, que los Docentes no debemos guiar nuestra enseñanza siguiendo solamente el avance del “alumno Locomotora”, es decir aquel que desarrolla sus capacidades mucho antes que el resto, sino que debemos tomar y no olvidar el último vagón del tren, es decir, a los alumnos que adquieren con otra velocidad sus aprendizajes, para sentir así, que en nuestro papel de Jefes de Estación, todo el coche llega a destino. 


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